lunes, 7 de noviembre de 2011

Selección Septiembre 2011

Dedicamos esta Selección a las D.O de Méntrida (Toledo) y a los vinos de Extremadura (incluyendo su D.O de Ribera del Guadiana), dos zonas con personalidad y presencia propia en el panorama vinícola nacional, enológicamente muy diferentes pero que, cualquiera de las dos, merecen que les dediquemos un hueco formando parte de una de las selecciones LENEUS.

Los viñedos de la D.O de Méntrida se encuentran situados al Norte de la Provincia de Toledo, limitando con las provincias de Ávila y de Madrid, y se extienden al pie de la impresionante Sierra de Gredos en su parte oriental. Esta zona está atravesada por el curso bajo del río Alberche y en ella se ubican poblaciones ligadas al vino y a la historia como Almorox, Escalona, Maqueda, Fuensalida, Camarena, Casarrubios del Monte y la propia Méntrida. Son terrenos situados entre el río Tajo en su margen derecho y la sierra de Gredos. El clima de Méntrida es continental extremado con inviernos largos y fríos, algo atemperados por encontrarse protegida de los vientos fríos del norte y del oeste por la barrera montañosa de Gredos. Los veranos son calurosos y las precipitaciones muy escasas pues apenas rebasan los 300mm. Estas condiciones climatológicas son idóneas para el cultivo de la vid y favorecen la aplicación de las técnicas más naturales ecológicas y biodinámicas en la elaboración de los vinos. El terreno, suavemente ondulado está formado por suelos arenosos de origen granítico, ácidos y con muy poca cal lo que acrecienta la finura de los vinos que allí se producen.

La inmensa mayoría de las vides pertenece a la variedad  tinta Garnacha. Son vides muy viejas de baja producción, podadas en vaso para proteger los racimos del sol del verano y garantizar la mejor maduración de la uva. En los últimos años se han introducido otras variedades de uva (Petit Verdot, Merlot, Syrah, Cabernet…) para complementar las cualidades autóctonas de la variedad reina.

Por su parte los V.T de Extremadura consiguieron su sello de identidad y calidad en 1.999  Esta andadura comienza cuando la Comisión Interprofesional “Vino de la Tierra” recibe la aprobación de su Reglamento por parte de la Consejería de Agricultura y Comercio. El siguiente paso fue el reconocimiento de la D.O Ribera del Guadiana con el nombramiento de Consejo Regulador Provisional en Agosto de 1996. Con la fundación del Consejo Regulador de la D.O Ribera del Guadiana comenzó una nueva era en el cultivo del vino en Extremadura. En poco tiempo se modernizaron las estructuras y la región encontró el camino del siglo XXI. Gracias a numerosas inversiones en tecnología, a los enólogos y a la activa movilización de los agricultores, se ha conseguido que la Denominación de Origen ocupe un lugar importante dentro de las zonas de producción vinícolas españolas.

Bajo esta D.O se amparan seis subzonas vitivinícolas extremeñas (Cañamero, Matanegra, Montánchez, Ribera Alta, Ribera Baja y Tierra de Barros), no imponiendo un criterio de homogeneidad, sino se exige simplemente que los elementos naturales que concurren permitan alcanzar un adecuado nivel de calidad en los productos, incluyéndose ésta suma de áreas dispersas aunque conectadas entre sí por vínculos vitivinícolas ( variedades, forma de cultivo...), enológicos ( modalidades de elaboración, de crianza,...) o por razón del nombre del producto del mercado.

Os presento los vinos de que hemos escogido para la Selección de Septiembre:

1.- Piélago 2008  (Bodegas Jimenez-Landi):

En la cata del pasado 22 de Septiembre pudimos catar algunos de los vinos de la bodega Arrayan perteneciente  a la D.O de Méntrida. Para seguir profundizando en dicha DO hemos elegido otro de los vinos acreditados de Méntrida: Piélago 2008 de la bodega Jimenez-Landi. José Benavides Jiménez-Landi y Daniel Gómez Jiménez-Landi inician su proyecto de bodega en 2004 con el único objetivo de elaborar vinos basados en el respeto al medio ambiente, la tradición y el equilibrio con el entorno. Convencidos de que la naturaleza ofrece sus mejores dones cuando se la cultiva con respeto, trabajan sus 27 hectáreas de viñedo propio (Garnacha, principalmente, pero también Syrah y otras variedades) de forma ecológica e iniciándose progresivamente en las prácticas biodinámicas.

Monovarietal de Garnacha de las viñas de El Real de San Vicente. Las viñas se elaboran por separado en pequeños tinos de roble francés y barricas abiertas de 500 litros, uva entera con raspón (entre el 30-100% dependiendo de la viña), maceración pre-fermentativa en frío (2-7 días) con extracciones suaves sin utilizar bombas (pisado con los pies), tiempo de maceración entre 10 y 30 días, fermentación maloláctica natural en barricas, crianza sobre lías y envejecimiento durante 14 meses en barricas de roble francés de 500 y 1.500 litros. Tiene un color picota muy vivo. Con una nariz de intensidad elevada de aromas a frutas rojas, fresa, cerezas, destacando rápidamente aromas minerales como la punta de lápiz. En boca es agradable, algo ligero, de persistencia media y con recuerdos a esa fruta roja. Se recomienda abrir una hora antes de servir.


2.- Malpaso 2007  (Bodegas Canopy) : 

Bodegas Canopy es el proyecto que aúna a Belarmino Fernández, Jordi Vidal y Alfonso Chacón, tres amigos enólogos, profesionales del mundo del vino, de la empresa y de la hostelería, que un día decidieron reunir pasión y esfuerzo en un proyecto vitícola que les permite redescubrir el histórico terruño de la denominación de Méntrida, una zona que no gozaba de muy buena reputación, especializada desde antiguo en la producción de gráneles y con muy pocas bodegas que habían apostado por el vino de calidad embotellado hasta entonces. En Méntrida encontraron aun así un viñedo antiguo, basado en la variedad garnacha y un terreno con unas características especiales indispensables para poner en práctica su objetivo: elaborar un vino de calidad desde la viña, practicando una viticultura sostenible, mínimamente intervencionista, tanto en estos viejos viñedos de Garnacha (plantados entre los años 50 y 60) como en los más recientes de Syrah. Al pie de la Sierra de San Vicente, entre los valles del Tajo y del Tietar, a 750 metros de altitud, sobre suelos silíceos con gran abundancia de roca madre granítica, las viñas de Canopy constituyen un auténtico jardín adaptado a un territorio duro y exigente. Una "minúscula" bodega a tener en cuenta vistas las calificaciones obtenidas ya en sus inicios, tanto a nivel nacional como internacional.

Monovarietal de Syrah procedente de viñas en espaldera de 15 años de edad sobre suelos arenosos, maceración prefermentativa en frío, fermentación alcohólica a temperatura controlada con encubado de 15 días, fermentación maloláctica en barrica, no estabilizado ni filtrado. Crianza de 12 meses en roble francés, en barricas de 400 y 500 litros. De color cereza picota intenso, de capa alta. En nariz, aromas típicos varietales (syrah), de fruta negra y hierbas mediterráneas, matizadas con finas notas de crianza. En boca se presenta potente, goloso, con estructura de abundantes taninos maduros, gran volumen y una acidez que soporta el conjunto, quizás muestra un ligero amargor al final pero que no molesta. Un vino potente, bien estructurado, pleno y con un buen final.


3.- Habla del Silencio 2010  (Bodegas Habla):

En el año 2000 nació un proyecto de vanguardia que revolucionó el concepto de los vinos de Extremadura: Bodegas Habla. Situada en Trujillo, dispone de características peculiares para hacer un vino de mucha calidad: tierras ácidas con textura de pizarra, terrenos poco fértiles muy exigentes en el trabajo diario y fuertes contrastes térmicos entre el día y la noche que hacen que estos vinos sean finos y elegantes. José Civantos y Juan Tirado, propietarios de la bodega, han apostado por las técnicas más avanzadas y la más moderna tecnología, y han sabido rodearse de grandes expertos a la hora de elaborar sus vinos, vinos únicos e irrepetibles para cada añada que comercializan bajo una misma marca, Habla, con un diseño original e identificados por un número: Habla Nº 1, Habla Nº 2 y Habla Nº 3 en la primera añada (2005), Habla Nº 4 y Habla Nº 5 en la segunda (2006). Porque, cada año, "la naturaleza crea obras únicas. Por eso Habla tiene su propio número". Si bien en sus inicios contaron con la colaboración del joven enólogo madrileño Gonzalo Iturriaga, formado en Montpellier, la responsable técnica de la bodega es hoy Mercedes Suárez. Habla del Silencio es el hermano pequeño de Habla, y realmente presenta muchas de las virtudes de su hermano mayor, aunque, por supuesto, más fácil de beber. Una muy buena opción para conocer los vinos de Extremadura y de esta bodega.

Vino elaborado con coupage de Syrah, Cabernet Sauvignon y Tempranillo criado durante 6 meses en barricas de roble francés. De color rojo picota, ribetes violáceos, limpio y de capa alta. En nariz presenta aromas a frutas maduras como grosellas y moras negras, cálido, buenos aromas de crianza, regaliz y pimienta. Buen paso en boca, frutal, mineral, taninos domados, acidez alta pero se equilibra con el alcohol y los taninos, fresco y buen final.


4.- Habla Nº 7  2007 (Bodegas Habla):

Únicamente Habla nº 5 y nº7 conforman un coupage, dejando los monovarietales para el resto de los vinos de la bodega. Mismas variedades en ambos coupage, cambiando el porcentaje donde la Petit Verdot tiene mayor protagonismo en Habla 7: 40% Cabernet Sauvignon, 40% Tempranillo y 20% Petit Verdot. Envejecido durante 12 meses en barricas nuevas (40%), de segundo (30%) y tercer (30%) año de roble francés.

De color cereza intenso con ribete evolucionado y ligeros reflejos granates, limpio y brillante. Complejo e intenso en nariz, aromas a fruta como la frambuesa se mezclan con notas de hierbas de monte bajo y donde el clavo toma especial protagonismo. Su paso en boca se presenta fresco e intenso, la fruta roja aparece integrada con una buena acidez, carnoso y equilibrado con un punto de untuosidad que invita a seguir bebiendo.


5.- Habla Nº 8  2008 (Bodegas Habla):

Igual que el arte, la naturaleza crea obras únicas. Cada vino Habla es un producto irrepetible, es la expresión sincera de las características de nuestro terruño. El fruto de la tierra y las distintas variedades de uva en unas condiciones climáticas y un periodo que no se volverá a repetir. Por eso cada Habla tiene su propio número.

Monovarietal de Syrah envejecido durante 12 meses en barricas de roble francés. Color ciruela negra con toques violáceos. De nariz compleja e intensa con notas a frutas exóticas mezclado con toques minerales, menta  y de regaliz. En boca lo encontramos delicado, aterciopelado, equilibrado y carnoso con un postgusto largo a frutas del bosque.

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