lunes, 22 de octubre de 2012

Selección Julio 2012 (Blancos)

Como todos los meses de Julio, Leneus tiene una cita con los vinos blancos. Este año hemos decidido ampliar nuestras fronteras y adentrarnos en el apasionante mundo de los vinos blancos internacionales. Para ello contamos previamente con la ayuda de Luis Mari de bodegas Arane, que nos presentó en la cata vinos que no conocíamos. Los vinos de la cata que más nos gustaron fueron los finalmente seleccionados para esta compra y añadimos uno más de nuestra propia cosecha.

Los vinos elegidos para esta Selección son los siguientes:

1.- Sancerre Blanc 2011 de bodegas Domaine Vacheron:

Monovarietal de Sauvignon Blanc. De color amarillo dorado, limpio, brillante y con escasa lágrima. En nariz nos recuerda en primer lugar, unos aromas característicos y auténticos de esta zona: aromas florales, pomelo, mango... Si lo dejamos respirar y que coja temperatura, aparecen todos sus componentes minerales de piedra y tiza. Y la boca, sencillamente perfecta: excelente carga frutal pero con una mineralidad muy marcada, graso, untuoso, resurgen los sabores de pomelo acompañados de una exquisita acidez que hace salivar tras el trago. Postgusto medio-largo de fondo mineral.


2.- Mâcon 2009 de bodegas Guillemot Michel:

Monovarietal de Chardonnay vendimiado a mano. Dorado limpio y brillante, con una nariz de buena intensidad, algo cerrada en el inicio y que se va abriendo en copa. Notas iniciales florales, fruta madura, cítricos, tonos ahumados, un cierto recuerdo de frutos secos y una cierta traza láctea y balsámica. En boca es graso, algo cálido, de acidez no muy marcada y de paso redondo ligeramente glicérico, con un final de frutas maduras y frutos secos. Se bebe fácil y resulta amable, aunque un poco falto de carácter. Este Macôn es habitualmente un magnífico ejemplo de Borgoña blanco asequible y de buena calidad.


3.- Saint Veran 2009 de bodegas Château de Beauregard:


Monovarietal de Chardonnay criado sobre lías en depósitos de acero inoxidable durante 8 meses. Presenta un color amarillo pajizo con ribetes de oro viejo y destellos dorados. De nariz muy limpia, con recuerdos de fruta madura, cítricos y discretos toques minerales y ahumados. Su paso en boca es potente, fresco pero untuoso, llena la boca, dotado de una acidez cítrica con un toque amargoso que le da un gran recorrido. Un vino con una nítida expresión frutal, fresco y equilibrado.


3.- Cuvée Caroline 2001 de bodegas Domaine Schoffit:

Monovarietal de Riesling. Dorado intenso con ribete algo pálido, de aspecto denso y limpio. Nariz potente y perfumada, muy mineral, toques de fruta madura de hueso, recuerdos herbáceos y balsámicos, cítricos con fondo algo especiado. Nariz de vino en madurez pero sin perder frescura. En boca es un vino agradable, con todavía una cierta acidez y un paso por boca fresco y estructurado, pero ya mostrando una cierta madurez frutal. Final no muy largo pero sí muy sabroso, con notas finales de frutas maduras y un ligero tono mineral. Persistencia media. Un ejemplo de lo que debe ser un buen riesling alsaciano entrando en fase de madurez, con todavía viveza y ese encanto que siempre nos muestran los vinos de este estilo. Un vino realmente agradable de beber y francamente disfrutable.


4.- Chablis “La Chanfleure” 2010 de bodegas Louis Latour:

Monovarietal de Chardonnay sin crianza.
Su visual no nos muestra entusiasmo con sus tonalidades amarillas pálidas. En nariz es fresco, floral, con recuerdos de fruta tropical (piña, maracuyá, mango), cítricos pero con un marcado fondo mineral. En boca muestra su cara más joven, presenta nervio, carácter cítrico y un paso con recuerdos a fruta verde con postgusto sincero y directo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Cata de vinos blancos internacionales

Llevábamos tiempo pensando en hacer una cata de vinos blancos internacionales y con la ayuda de Luis Maria García de Bodegas Arane, al fin pudimos llevarlo a cabo el pasado 05 de Julio.


Luis Mari nos seleccionó una variedad de vinos/bodegas/uvas que gustaron mucho a los asistentes a la cata. Todo un acierto.


Los vinos que catamos fueron los siguientes:

1.- Anjou Blanc “Feuille d´Or” 2008 de bodegas Domaine Philippe Delesvaux:
Bodega formada por diez hectáreas situadas en el coteaux de la Corniche Angevine (patrimonio mundial de la UNESCO) entre el valle de Loira y el valle de Lyon. Practican una estricta viticultura biológica en la búsqueda de un vino lo más natural posible y, una vez entra el vino en la bodega, no utilizan ningún tipo de producto artificial (enzimas, levaduras...)
Monovarietal de Chenin Blanc con 12 meses de crianza en barrica nueva. De color oro viejo, muy intenso. En nariz se presenta muy complejo y dulzón con un patrón olfativo típico de los vinos blancos dulces: melocotón, miel, cítricos, flores... En boca es radicalmente diferente, pierde su frutalidad para mostrarse untuoso, concentrado, mineral… Vino largo que termina con toques de miel. Un vino diferente que nos sorprendió a todos muy positivamente.


2.- Sancerre Blanc 2011 de bodegas Domaine Vacheron:

La Sauvignon Blanc es una uva originaria del Valle del Loira (si bien hay quien defiende que también lo es de Burdeos) y más concretamente, de las zonas de Sancerre y Pouilly-Fumé (Loira Central), donde encontramos las sauvignones más exquisitas y representativas a nivel mundial por sus suelos calcáreos y de sílex. De aquí surgieron los cánones de sus vinos: pureza, elegancia y una madurez exquisita. Allí además, la sauvignon blanc recibe el nombre de blanc fumé, por los aromas de piedra de fusil y ahumados que muestran sus vinos. Jean Dominique Vacheron, junto con su primo Jean Laurent Vacheron, llevan el negocio familiar y elaboran vinos de agricultura biodinámica. Sorprende ver cómo aman y respetan la tierra, concentrando todo su trabajo día a día en la viña.
Monovarietal de Sauvignon Blanc. De color amarillo dorado, limpio, brillante y con escasa lágrima. En nariz nos recuerda en primer lugar, unos aromas característicos y auténticos de esta zona: aromas florales, pomelo, mango... Si lo dejamos respirar y que coja temperatura, aparecen todos sus componentes minerales de piedra y tiza. Y la boca, sencillamente perfecta: excelente carga frutal pero con una mineralidad muy marcada, graso, untuoso, resurgen los sabores de pomelo acompañados de una exquisita acidez que hace salivar tras el trago. Postgusto medio-largo de fondo mineral.


3.- Saint Veran 2009 de bodegas Château de Beauregard:

Situada al sur de la Borgoña, en la región del Mâconnais, la denominación de origen Saint Véran está situada al norte y al sur de la zona de Pouilly-Fuissé. La bodega Château de Beauregard pertenece a la familia Burrier desde hace más de cuatro generaciones, y posee más de 56 hectáreas en esta privilegiada zona, de la que provienen algunos de los más famosos vinos blancos de Francia.
Monovarietal de Chardonnay criado sobre lías en depósitos de acero inoxidable durante 8 meses. Presenta un color amarillo pajizo con ribetes de oro viejo y destellos dorados. De nariz muy limpia, con recuerdos de fruta madura, cítricos y discretos toques minerales y ahumados. Su paso en boca es potente, fresco pero untuoso, llena la boca, dotado de una acidez cítrica con un toque amargoso que le da un gran recorrido. Un vino con una nítida expresión frutal, fresco y equilibrado.


4.- Mâcon 2009 de bodegas Guillemot Michel:

Pierette y Marc trabajan este domaine de Macon en la Borgoña bajo criterios estrictamente biodinámicos desde hace más de 18 años. Trabajan con un orden y limpieza extraordinarios en contraste con la imagen de Marc, más propia de un chamán sabio que de un hombre escrupuloso en su trabajo. Es uno de los gurús de la viticultura biodinámica y con su gran conocimiento de la misma, hace real la popular frase que dice: “Los grandes permanecen en el anonimato”. Monovarietal de Chardonnay vendimiado a mano. Dorado limpio y brillante, con una nariz de buena intensidad, algo cerrada en el inicio y que se va abriendo en copa. Notas iniciales florales, fruta madura, cítricos, tonos ahumados, un cierto recuerdo de frutos secos y una cierta traza láctea y balsámica. En boca es graso, algo cálido, de acidez no muy marcada y de paso redondo ligeramente glicérico, con un final de frutas maduras y frutos secos. Se bebe fácil y resulta amable, aunque un poco falto de carácter. Este Macôn es habitualmente un magnífico ejemplo de Borgoña blanco asequible y de buena calidad.


5.- Mineral Riesling 2009 de bodegas Emrich Schonleber:

Año tras año este Mineral se muestra como uno de los riesling “básicos” más regulares que existen, con una calidad que está fuera de toda duda, tanto por su procedencia (viñas jóvenes de Halenberg) como por su elaborador, el cada vez más grande Schoenleber.
Monovarietal de Riesling procedente de la bodega situada en Nahe (Alemania). Dorado pálido brillante. Nariz de buena intensidad, algo cerrada, que pide horas de aire y que no termin por mostrarse del todo. Notas florales, frutas blancas, cítrico, trazas minerales, especias y un ligero toque ahumado. Nariz muy limpia y franca, que debe ganar complejidad con la botella. En boca está joven y poderoso, vertebrado por una soberbia acidez que hace salivar en el paso, con un final largo y de buena persistencia que deja recuerdos cítricos y minerales. Para guardar un tiempo, con mucho carácter de su añada, incisivo y muy atractivo, aunque aun no es para nada 'amable'.


6.- Cuvée Caroline 2001 de bodegas Domaine Schoffit:

Aunque el éxito internacional le ha llegado en la última década, Bernard Schoffit trabaja desde hace muchos años con absoluto respeto al terruño. Todos sus Grands Crus salen de la montaña más prestigiosa de Alsacia, el suelo volcánico del Rangen de Thann.
Monovarietal de Riesling. Dorado intenso con ribete algo pálido, de aspecto denso y limpio. Nariz potente y perfumada, muy mineral, toques de fruta madura de hueso, recuerdos herbáceos y balsámicos, cítricos con fondo algo especiado. Nariz de vino en madurez pero sin perder frescura. En boca es un vino agradable, con todavía una cierta acidez y un paso por boca fresco y estructurado, pero ya mostrando una cierta madurez frutal. Final no muy largo pero sí muy sabroso, con notas finales de frutas maduras y un ligero tono mineral. Persistencia media. Un ejemplo de lo que debe ser un buen riesling alsaciano entrando en fase de madurez, con todavía viveza y ese encanto que siempre nos muestran los vinos de este estilo. Un vino realmente agradable de beber y francamente disfrutable.


7.- Albariño Tricó 2009:

A modo de prueba aun no siendo un vino blanco internacional, nos sacó este Albariño de corte centroeuropeo por su forma de elaboración. El Tricó es un vino que se mantiene durante un año en contacto con sus lías, con la intención preservar el carácter floral y frutal de la variedad albariño, y por otra darle una mayor estructura, una mayor voluptuosidad en boca y un recorrido más amplio y largo. En definitiva, preservar la frescura y acidez y ganar en presencia e intensidad.
Monovarietal de Albariño. Amarillo dorado brillante y con una intensa lágrima.
En nariz se muestra intenso, notas a manzana, notas cítricas y florales a las que acompañan frutas de hueso y tropicales como melocotón, piña... En boca es sabroso, untusoso, con buena entrada y una perfecta acidez que prolonga la presencia e intensidad del vino en boca que termina con un afrutado final. Un albariño totalmente diferente a los que conocíamos y que nos sorprendió muy gratamente.

Aprovecho estas líneas para agradecer a Luis Mari su gran elección en los vinos catados y especialmente, su gran cercanía y amabilidad. Muchas gracias Luis Mari.