El nombre de la Bodega Abadía Retuerta es el resultado de dos palabras que definen y describen el territorio: Ribula Torta que significa “orilla tortuosa”. La primera referencia escrita de la importancia de los viñedos de la Abadía data del siglo XVII, e indica que el vino vendido por los monjes que la habitaban dominaba el mercado de Valladolid, la mayor ciudad castellana. Más recientemente, en la década de los 70 los antiguos propietarios arrancaron las últimas viñas y tras amplios estudios geológicos iniciaron una replantación total con los varietales más apropiados para cada tipo de suelo. Desde 1996, fecha de creación de la bodega, hasta la actualidad, Abadía Retuerta viene produciendo vinos diferenciados no sólo por sus procesos de elaboración, sino sobre todo por las diferencias en las características de las uvas de su viñedo. Cada vendimia determina la calidad producida por las distintas parcelas y adaptan las vinificaciones para la producción de vinos de la máxima calidad. Pascal Delbeck, enólogo de Château Belair (St. Emilion), participa en la dirección del proyecto desde el principio y Ángel Anozíbar, el único español doctorado en enología por la
Universidad de Burdeos, forman equipo en la elaboración de los vinos. Santa María de Retuerta, tiene una superficie total de 700 ha. La bodega está ubicada en el llano que baja hasta el margen del río Duero, a 15 km de Vega Sicilia. La superficie de viñedo comprende 206 hectáreas, todas cultivadas con uvas tintas: 146 Ha. de Tempranillo, 40 de Cabernet Sauvignon, 16 de Merlot, 2 de Syrah y 2 de Petit Verdot. La gran diversidad de estilos de vinos de Abadía Retuerta permite encontrarles un lugar en cada ocasión, desde los momentos compartidos con la familia o con los amigos, hasta esas ocasiones excepcionales. Sus vinos reflejan a la perfección el mensaje de identidad y cultura propia de la bodega.
Los vinos catados fueron los siguientes:
1.- Le Domaine Blanco 2.013
Blanco de guarda elaborado con Sauvignon Blanc en su mayor parte (60%) y Verdejo (40%). El soleado pago de donde procede, con una alta proporción de arena y guijarros, asegura una maduración casi perfecta en cada cosecha. Tras un reposo de entre 5 y 6 meses en barrica el resultado es un vino original y sorprendente. Es cierto que todavía es joven, pero es graso, con volumen y te llena la boca de esa intensidad que manifiesta. Color amarillo dorado, con tonos verdosos, brillante. En nariz se muestra complejo e intenso, con aromas de fruta blanca madura, notas cítricas, especias y tostados. En boca te llena la boca, es intenso, graso, cremoso, frutal, buena acidez, tostados, notas de mineralidad y buena persistencia. Un blanco a recordar y aparentemente tendrá futuro. Sorprendió muy gratamente a todos durante la cata. Sin duda un magnifico blanco de guarda.
2.- Selección Especial 2.010
Vino elaborado a partir de la selección de las mejores uvas de cada uno de los pagos de la bodega, combina la riqueza del Tempranillo (75%), la intensidad del Syrah (10%) y la elegancia del Cabernet Sauvignon (15%). Envejecido durante 19 meses en barricas de roble francés y americano.
Color picota borde granate. Aroma de buena intensidad a frutos rojos, negros y silvestres muy maduros, especias muy presentes, chocolate, cacao, toques minerales y florales todo perfectamente ensamblado, muy equilibrado en todos los aspectos y con una complejidad magnífica. En boca es sabroso, paso de boca con buen equilibrio y con taninos suaves, buen retronasal a frutos, flores y cacao, el final es bastante largo y con muy buena persistencia.
Monovarietal de Tempranillo, de vides plantadas sobre suelos de gravas profundas y arena en superficie, concediendo a este vino un carácter firme y tánico. Ha desarrollado todo su potencial tras un sueño de casi dos años de crianza en barricas de roble nuevo francés.
Color cereza picota, ribete violáceo-granatoso algo oscuro, capa alta y abundante lágrima bastante tintada. Notable intensidad en nariz con una presencia importante de fruta muy madura pero a la vez bien fresca, suaves notas licorosas, elegantes tostados de la barrica junto con notas minerales. Muy buena entrada en boca con una astringencia bien marcada pero muy agradable, que le aporta la fuerza inicial taninos presentes, fruta negra madura bien concentrada que recuerda la compota de grosellas negras, de buen volumen, intenso y persistente con largo final. Uno de los mejores tempranillos que hemos probado.
4.- Pago Garduña 2.011
Monovarietal de Syrah, de vides plantadas sobre un suelo calizo, blanco y luminoso, en una vaguada rodeada de pinos que les protegen de los vientos. Crianza de 19 meses en barrica nueva de roble francés.
Color cereza rubí con borde granate. Aromas de buena intensidad a frutos negros muy maduros, cuando se abre salen frutos rojos, flores, especias dulces, tostados y mentolados con bastante complejidad. En boca es sabroso, el paso en boca es aterciopelado, con muy buena estructura, buena acidez con unos buenos taninos nobles. Retronasal magnífico con casi todos los aromas de nariz. Final largo y persistente. Un maravilloso y elegante vino, que aún mejorará con su guarda en botella.
5.- Pago Valdebellón 2.011
Monovarietal de Cabernet Sauvignon, de vides plantadas sobre un terroir calcáreo que se beneficia de un microclima particular. Crianza de 16 meses en barrica nueva de roble francés.
Elegantísimo en boca, suave, pulido, los taninos se han redondeado mostrándose finos y delicados. Destacan sin molestar los toques a pimientos verdes, rojos y los aromas que desprenden al asarlos en brasas. Toques de cuero muy presentes y ligeros toquecillos de carne de fondo. Cierta presencia de herbáceos con vainilla y tostados que le aporta la barrica muy muy suaves. Un pedazo de vino lo mires por donde lo mires. Posiblemente uno de los mejores Cabernets Saivignon españoles.
6.- Petit Verdot 2.011
La Petit Verdot, la más exótica de las vides bordelesas, es la base de este original vino. Normalmente utilizada en pequeñas proporciones para aportar nervio a otras variedades, Abadía Retuerta ha aprovechado todo el potencial de esta uva para crear un vino monovarietal único y muy original. El potente sol de Castilla, un particular terroir con suelo predominantemente arenoso y 19 meses de reposo en barrica nueva de roble francés le conceden un carácter exquisito.
Color rojo picota, menisco atejado, capa alta, limpio, brillante, buena y densa lágrima. En nariz destacada intensidad de fruta negra madura y rojas muy maduras, especias, toffe, con una cierta mineralidad, dando un resultado complejo. En boca es amplio, con buen cuerpo pero noble, buen ataque, gran equilibrio fruta negra confitada y acidez marcada por su 'juventud'. Taninos maduros con una buena presencia golosa. Persistencia final larga y muy frutal. Un lujo poder disfrutarlo, aunque sea pocas veces.
Aprovechamos estas líneas para agradecer a Alvaro Varela su amabilidad, trato y exposición de la bodega. Igualmente mandar el mismo agradecimiento a tod@s las personas de la bodega que forman parte de este proyecto tan ilusionante y por hacer estos vinos que tanto nos hacen disfrutar. Muchas gracias a tod@s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario